Los fabricantes de cerámica siguen investigando cómo replicar con mayor precisión elementos naturales como la piedra o la madera, buscando capturar las sutiles variaciones de color y tonalidad que estos objetos de la naturaleza nos ofrecen. Por el contrario las baldosas de Terraklinker se destacan por su variación natural de tonos, sin necesidad de recurrir a imitaciones. Esta destonificación genuina es fruto de una cuidadosa selección de arcillas y de un proceso de producción en el que se juega meticulosamente con las atmósferas de combustión.
Este proceso no solo genera una destonificación auténtica en cada pieza, sino que también aporta colores vivos y distintivos a cada colección. Cada una de ellas se diferencia por su carácter individual, con una variación de tonos propia.
Al igual que la naturaleza, que nos sorprende con sus cambios constantes, su luminosidad ondulante y sus variaciones tonales, Terraklinker produce baldosas cerámicas con destonificación, en las que se aprecian sutiles diferencias de tono entre las piezas. Sin embargo, lo que se mantiene inalterable es la alta calidad técnica del gres Terraklinker, que garantiza resistencia y durabilidad en todas sus baldosas.
Es una de las características más destacadas del gres Terraklinker, este perfecto equilibrio entre técnica y estética. Esta armonía entre belleza visual y rendimiento técnico, propia de la cerámica de alta calidad, es lo que hace a sus productos únicos en el mercado, ofreciendo no solo un producto atractivo, sino también fiable y de altas prestaciones.